¡VOLVIENDO AL CAMINO!

Lucas 15:11-24 (Parábola del hijo pródigo)
Muchas veces el pensar de un cristiano caído es...¿Aún puedo regresar a mi Dios y continuar mi caminar?.
Cuando leemos la parábola del hijo pródigo nos damos cuenta que muchas veces por querer experimentar los placeres que nos brinda el mundo, nos sumergimos en la más grande calamidad en la cual puede vivir un ser humano "el estar alejado de Dios"
"Y el menor de ellos dijo a su padre: Padre, dame la parte de los bienes que me corresponde; y les repartió los bienes. No muchos días después, juntándolo todo el hijo menor, se fue lejos a una ciudad apartada; y allí desperdició sus bienes viviendo perdidamente".
El decidir apartarse de Dios para someternos a darle rienda suelta al deseo de nuestra carne y por lo consiguiente volvernos esclavos del pecado (Romanos 6:16 ) sólo hará experimentar que jamás ningún placer mundano puede siquiera competir con lo maravilloso que se siente el estar junto a nuestro Creador. Jesús quiere mostrarnos por medio de esta parábola que llega un momento en la cual todo el espejismo que nos muestra el mundo se termina y volvemos a la realidad "Y cuando todo lo hubo malgastado, vino una gran hambre en aquella provincia, y comenzó a faltarle. Y fue y se arrimó a uno de los ciudadanos de aquella tierra, el cual le envió a su hacienda para que apacentase cerdos. Y deseaba llenar su vientre de las algarrobas que comían los cerdos, pero nadie le daba". Que triste resulta sentir : ¡que lo que eras, ya no lo eres! ; ¡ que lo que tenías, ya no lo tienes! y ¡que lo que sentías, ya no lo sientes! ...es en esos momentos donde se tiene que recordar que hay un Dios de misericordia que está presto a levantarnos y hacer todas las cosas de nuevo y es allí donde se tiene que tomar una actitud valiente para reconocer que se necesita de Dios y que es necesario volver a Él , ya que alejado de su redil sólo nos traerá desolación y llanto en nuestras vidas "Y volviendo en sí, dijo: ¡Cuántos jornaleros en casa de mi padre tienen abundancia de pan, y yo aquí perezco de hambre! Me levantaré e iré a mi padre, y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti. Ya no soy digno de ser llamado tu hijo; hazme como a uno de tus jornaleros". El regresar a Dios requiere una acción decidida de dejar la vida que se lleva para volver a Él; Proverbios 28:13 dice: "El que encubre sus pecados no prosperará; más el que los confiesa y se aparta alcanzará misericordia". La acción decidida de dejar todo atrás y regresar a Dios, hace que nuestro ser sienta la necesidad de tener que presentarnos ante Él y expresarle el grave error cometido al habernos alejado de su camino..."Y levantándose vino a su padre".
Creo yo que la inmensa misericordia de Dios resulta maravillosa en esta parte: "Y cuando aún estaba lejos, lo vio su padre, y fue movido a misericordia, y corrió, y se echó sobre su cuello, y le besó". ¡Qué expresión tan amorosa y misericordiosa! Resulta increíble el recibimiento de este padre para con un hijo necio y desobediente que se ausentó de su tutela para vivir descarriadamente...Es la expresión misma de Dios que se da cuando un cristiano caído decide volver a su Padre Celestial para pedirle perdón y volver a su camino...Dios se deleita cuando un valiente retoma su camino y decide aferrarse más a Él.
¿Y ahora qué? es la pregunta que se hace un cristiano reconciliado que ha retomado su comunión con el Señor...¿Debo vivir agachando mi cabeza ante Dios por lo que hice? ¡Noooooooo! ¡Claro que NO! La parábola nos muestra que ese padre amoroso cambió las vestiduras harapientas de su hijo por el mejor vestido, que puso un anillo en su mano y calzado en sus pies e hizo una gran fiesta celebrando el retorno de su hijo (versículo 22,23,24). Dios no desea que un cristiano que vuelve a su camino tenga la frente gacha, Él por su inmensa misericordia le da una nueva vestidura limpia y resplandeciente , le devuelve la autoridad de hijo y le da calzados para que retome su caminar, es la inmensa misericordia de Nuestro Dios Todopoderoso que hace nuevas las cosas y lo destruído lo restaura por amor a su Nombre.
Quizás al leer este mensaje te haz dado cuenta que por experimentar los placeres del mundo, sólo haz hallado destrucción y fracasos en tu vida y sientes la necesidad de tomar una actitud valiente de regresar a tu Dios, ¡Hazlo! ¡No tengas miedo volver a Él! , por más que hallas cometido cosas detestables, déjame decirte que Dios te ama y se duele al verte así...¡Vuelve a Dios!...toma la actitud valiente de decir ¡basta ya!...y vuelve al camino.
¡Dios te bendiga!

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